Día Internacional para la Tolerancia

Tolerancia no necesariamente significa aceptar, significa respetar los derechos y las libertades de los demás, entender que otros tienen los mismos derechos y libertades que nosotros a pensar, a ser y a hacer… y que en la práctica de nuestras propias libertades, debemos respetar el derecho de los demás. La diversidad de razas, culturas, preferencias, opiniones y creencias no son una amenaza, ni deben ser consideradas como tales en la medida de que cada quien puede practicarlas, respetando el derecho de los demás. La tolerancia precisamente es básica para lograr la convivencia pacífica.

Aun hay mucha discriminación en nuestro pueblo y en nuestro mundo, mucho racismo hacia nuestros propios orígenes, xenofobia, odio, repugnancia y hostilidad, aún hay muchas formas de separación de aquellos que no piensan como uno, aún hay muchas formas de excluir a quienes nos provocan antipatía por lo que creen… Aún hay mucho por entender que no porque los demás no estén de acuerdo con nosotros, son nuestros enemigos.

Sería imposible poder estar de acuerdo con todo o que todo nos guste, de ahí la importancia de ser tolerantes, cuando entendemos que entre los seres humanos debe haber respeto entre unos y otros, aún si a algunos no les place lo que piensan, hacen y son los otros, finalmente para eso existe la ley, para regular e impedir que la libertad de unos viole los derechos de otros.

La tolerancia no significa pensar "que hagan lo que quieran mientras no me afecte", la tolerancia debe ser activa, ir más allá del respeto, es esforzarse por comprender a los demás poniéndose en sus zapatos y comparando nuestras propias posiciones e historias, es ponerse del lado de la ley y de los conceptos de justicia y legalidad aceptados por los pueblos civilizados, es intentar la solidaridad aún sabiendo que somos diferentes, es intentar la cooperación y fomentar el diálogo, es no pensar que se tiene la verdad absoluta sino que cada cual tiene su propia verdad, la tolerancia exige pensar diferente pero no quedarse sin hacer nada ante los actos que rompen la paz, sino luchar por vivir en armonía unos con otros, respetándonos…

M.Romero